El titular de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales, Gustavo Idígoras, analizó el resultado de dólar soja 3 y advirtió de una difícil situación para el sector por la falta de materia prima.
Con un balance de casi 5.100 millones de dólares cerró la última edición del dólar agro, en dólar soja 3 ampliado.
Algunos califican al resultado como magro, otros, como Idígoras, entienden que pese al contexto adverso en el que se planteó tuvo un resultado mejor al de la edición inmediatamente anterior.
Sin embargo, advierte una difícil situación para la segunda mitad del año: «Lo más probable es que tengamos un segundo semestre con paradas técnicas o cierres prolongados de las principales fábricas exportadoras del país. Estamos absolutamente preocupados por esta situación», indicó en diálogo con Noticias Argentinas.
«Estamos muy preocupados, es el peor año en pérdidas económicas. No pudimos embarcar más que trigo, con lo cual hubo 2.500 dólares de facturación que se perdieron en el verano, no pudimos embargar maíz de primera que son otros 3.000 millones de dólares y 15.000 millones de dólares que se están perdiendo a partir de junio con el faltante de soja», reseñó.
Idígoras advirtió que lo que queda de disponible en el mercado probablemente, en el escenario de precios actual, tenga poca suerte de entrar en oferta, y por ello adelantó que la el escenario para lo que resta del año será difícil.
«El dólar soja 3 le dio cierto beneficio al productor pero no a la industria. La industria compró con márgenes negativos durante todo el ejercicio pero hubo que comprar por que si no las fábricas hay que cerrarlas. Las compras van a durar para unos 45 a 60 días a partir de ahí, lo más probable es que tengamos un segundo semestre con paradas técnicas o cierres prolongados de las principales fábricas exportadoras del país. Estamos absolutamente preocupados por esta situación», señaló.
«Lo que queda en el mercado es probable que no haya interés de la oferta para vender. Se está importando pero el régimen de importación tiene un límite porque requiere una logística fluvial cara y ese producto hay que procesarlo, industrializarlo y venderlo como si se lo hubiera comprado a un precio competitivo.
La importación es un paliativo pero no es la solución. No hay solución para esto, hay que atravesar un año negro», precisó a NA.
El presidente de CIARA-CEC estimó que «la situación se podría revertir a partir de abril o mayo del año próximo. El primer efecto del pasaje de la niña debería ser el trigo de diciembre enero febrero. Y después se espera, si no hay ninguna complicación, una buena cosecha de maíz y soja que es lo más fuerte que tiene la Argentina».
Para lo que queda del Gobierno de Alberto Fernández, Idígoras fue cauto: «Nuestra expectativa es que se pueda ir generando una hoja de ruta de al menos estabilizar la situación actual, que no empeore».
Por otro lado, no alientan otra edición de dólar soja o agro a partir de la falta la materia prima y además por razones financieras.
«No alentamos una nueva edición de dólar soja porque es bastante dolorosa para nosotros en términos de lo que se termina pagando al productor, que es un precio más alto de la capacidad real y además estos sistemas nos obligan a pagar impuestos hasta con un año de anticipación y eso es un costo financiero», señaló.
Balance del dólar soja 3
«La soja no fue el único grano que tuvo estas condiciones de tipo de cambio excepcional. Esto llevó a que hubiese un nivel de oferta de los productores un poco más alto de lo esperado se arribó a 7,5 millones de toneladas de soja, un total de cebada cercano a los 2 millones de toneladas y de girasol y aceite de girasol que el principal productor exportador de ese complejo de alrededor de 500.000 toneladas, sorgo fue bajo porque alcanzó alrededor los 150.000 toneladas», explicó Idígoras.
«La sumatoria de todos estos dio un resultado superior a los 5.000 millones y en un contexto de alta sequía con una pérdida de 30 millones de toneladas de soja, con una fuerte caída en los precios internacionales debido a una fuerte cosecha de Brasil y con un mercado cambiario que tuvo muchos picos de alta volatilidad durante este proceso. En este sentido esta ventana terminó teniendo resultados positivos», señaló.
Si se lo compara con el dólar soja 1, que estuvo por arriba de los 8.000 millones de dólares este resultado fue bajo, el dólar soja 2 estuvo solo cerca de 3.500 millones de dólares. El dólar soja tres finalizó con casi 5.100 millones de dólares.
«El Gobierno monitoreó día a día, hora a hora el movimiento del mercado granario y el ingreso de divisas y era esperable que eso sucediera», dijo para graficar la relación con los llamados oficiales durante los días del programa.
En cuanto a las charlas con los pre candidatos y sus equipos reconoció que se han reunido con en reiteradas ocasiones con los economistas, (Martín) Redrado, (Hernán) Lacunza, (Luciano) Laspina, Diana Mondino «para plantearles el plan. Hay mucha receptividad todos entienden que el agro debe ser parte de la estabilización macroeconómica porque es el único sector en el corto plazo que tiene la capacidad de generar más divisas».
«No nos hemos reunido con Milei pero nos gustaría poder analizar técnicamente en qué consiste la dolarización más allá de los títulos que escuchamos», concluyó.