Empresarios gastronómicos se manifestaban este mediodía en el barrio porteño de Palermo en rechazo de las restricciones que afectan a la alicaída actividad del sector, que desde la llegada de la pandemia registró cierres masivos en los locales de todo el país.
El epicentro del reclamo fue Plaza Serrano, una de las zonas comerciales más concurridas en la Ciudad de Buenos Aires, que este sábado expuso un escenario particular, dado que los dueños y empleados de bares y restaurantes colgaron banderas para visibilizar la protesta, que fueron acompañadas con mesas y sillas.
«Ley de emergencia gastronómica ya» y «los restaurantes/bares no contagian» fueron algunos de los mensajes escritos en los pasacalles colgados en el lugar.
Además, cada mesa del «salón externo» montado en la plaza tenía un cartel que hacía referencia a las pymes y a la cantidad de empleados de cada comercio del sector.
La caída en la facturación y el endeudamiento constituyeron algunos de los denominadores comunes expresados por quienes decidieron llevar a cabo la manifestación.
Danilo Ferraz, socio y maestro pizzero de Hell´s Pizza, se refirió a la imposibilidad de recibir público durante el fin de semana en los locales y, en diálogo con la agencia NA, apuntó: «No me parece que cambie mucho que no nos dejen hoy, con protocolos, trabajar en la vereda y un poco de gente adentro».
«Y si nos van a cortar como nos están cortando, que nos apoyen desde otro lado, con financiación mucho más fuerte porque se hace dificilísimo salir adelante», alertó.
Ferraz, quien también es dueño de pizzería Morelia, aseguró que comparte los «mismos problemas y enojos» que sus colegas y remarcó: «Ahora, con frío en la vereda, si no te toca una vereda de sol, estás muerto».
Según datos del Sindicato de Gastronómicos porteños, se perdieron 25.000 puestos laborales en el rubro desde la llegada de la pandemia.
Recientemente, la Legislatura porteña aprobó dos leyes que establecen exenciones impositivas en beneficio de comercios del rubro gastronómico.
Ambas iniciativas se fundamentan en las consecuencias de la emergencia sanitaria por el coronavirus, y una de ellas exime del pago de Ingresos Brutos a los comercios dedicados a la venta de bebidas y comidas, ya sea con servicios de mesa, al mostrador o al paso.
Mientras tanto, según pudo saber NA, el Gobierno porteño analiza la posibilidad de declarar a micro y macrocentro como zonas críticas, lo cual podría sumar otros alivios.
A ello se suma otra posibilidad bajo evaluación que se vincula con otorgar por única vez un bono por empleado extraordinario por cada empleado gastronómico.