El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, accedió a postergar para mañana su visita al Congreso, donde tiene planeado dialogar con los referentes de la oposición sobre la posible suspensión de las PASO.
El ministro irá mañana a la Cámara de Diputados para intentar cerrar un acuerdo amplio con la oposición, ya que una potencial modificación del calendario electoral requiere de una ley sancionada en el Congreso.
Según explicaron a NA desde el Ministerio del Interior, la reunión se pospuso por «pedido expreso» de la oposición, que en la reunión de sus autoridades no logró consensuar una posición.
De todos modos, desde la cartera que conduce De Pedro creen que hay «amplias chances» de llegar a un acuerdo con la oposición debido a que se trata de una iniciativa que parte desde el «sentido común», ya que la segunda ola de casos comenzó y con mayor virulencia que la primera.
A la vez, remarcaron la necesidad de apurar la negociación: «Los tiempos nos corren. Estamos en abril y hay que avanzar. Por eso la visita a Diputados», explicaron en el Ministerio.
La idea del Gobierno es esperar a que Juntos por el Cambio dirima sus diferencias sobre el tema y anuncie públicamente su posición, hecho que ocurriría mañana tras el cónclave de la plana mayor de la alianza opositora.
Evalúan que con una definición clara de la postura opositora, De Pedro podrá sentarse a la mesa para negociar sobre una base más concreta.
Además, habrán otros temas en agenda como el proyecto de reforma del Ministerio Público Fiscal y la sanción de una ley marco para un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI.
El presidente de la Cámara de Diputados sorprendió el fin de semana al marcar diferencias con la línea predominante en el oficialismo a favor de postergar las PASO, y sugirió la suspensión de las primarias obligatorias o hacerlas coincidir con la fecha de elecciones generales.
En realidad, su postura es coherente con el rol que había asumido meses atrás al oficiar de interlocutor y nexo con el grupo de gobernadores que presionó en bloque para lograr la suspensión de las PASO.
Massa los recibió y se comprometió a mediar con el Gobierno para que la propuesta sea considerada, mientras el presidente Alberto Fernández veía con agrado esa iniciativa, al visualizar que la segunda ola podía alcanzar su máxima altura a comienzos del segundo semestre.
Sin embargo, el plan se deshilachó rápidamente porque la idea no ganó volumen en la opinión pública ni unificó al oficialismo, al tiempo que Juntos por el Cambio rechazó una modificación de «las reglas de juego» en medio del año electoral.
En esas circunstancias, Fernández le soltó la mano a los gobernadores y Massa tomó prudencial distancia del tema.
«La postura de Massa es ir hacia la suspensión o la postergación. Dentro de esa marco de posibilidades, la idea es alcanzar un consenso mediante el diálogo entre fuerzas dada la cuestión sanitaria que se afronta», indicaron a NA fuentes cercanas al titular de la Cámara baja.
La llegada de la «segunda ola» resinsertó el tema en la agenda pública a raíz de la preocupación por la escalada de contagios, y en ese contexto surgió la propuesta de Máximo Kirchner para correr el calendario electoral, con la expectativa de que hacia septiembre los avances en el operativo de vacunación apacigüen los efectos de la pandemia.
A excepción de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien expresó reparos al plan para «cambiar las reglas en un año electoral», en general no hubo un rechazo en el arco opositor a la idea de postergar las PASO.
De hecho Carrió se adelantó a las deliberaciones de Juntos por el Cambio y se mostró a favor del plan oficial, aduciendo que el corrimiento de la fecha de elecciones podría convenir a Juntos, ya que en plena pandemia muchos adultos mayores -proclives al voto opositor- desistirían de concurrir a las urnas por temor al contagio.
Lo que sí generó mucho ruido fue la foto del encuentro en la Casa Rosada de referentes del Gobierno y del oficialismo con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y con el jefe de bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo.
Estos dos dirigentes del ala moderada del PRO recibieron pases de factura de parte los jefes partidarios de Juntos por el Cambio por prestarse al juego de «manipulación» y «aprovechamiento político» del Gobierno, al que acusan de haberles tendido una emboscada al instalar la idea de que ya había un «pacto» consumado sobre el corrimiento de la fecha de elecciones.
Lo cierto es que el Gobierno nunca comunicó un «pacto», sino que aquella fue la puesta en escena del comienzo de un diálogo en pos de incluir a la oposición en una decisión importante, a pesar de que el oficialismo -según afirmaron a NA fuentes parlamentarias del oficialismo- ya tiene los votos suficientes para aprobar el proyecto.