La escalada del dólar blue vuelve a poner la mirada sobre los bajos retornos de las herramientas para hacer colocaciones en pesos.
Por Belén Escobar.
En mayo, por primera vez en el año, los depósitos a plazo fijo registraron un descenso de casi 1 por ciento en la medición interanual, mientras los ajustados por UVA subieron más del 16 por ciento, de acuerdo con datos del Banco Central.
Los bancos deben garantizar una tasa de por lo menos 37 por ciento anual a inversores en plazos fijos, pero con una inflación que, según las consultoras rondará en el 48 por ciento, los ahorristas buscan otras alternativas.
De hecho, los datos oficiales dan cuenta de que hay una salida lenta de las colocaciones a plazo debido a que su rendimiento es muy inferior a la evolución de la inflación.
Quienes decidieron realizar compras en el mercado ilegal, adquirieron el blue en torno a $175 para esta altura del mes en junio, mientras que ese mismo billete se consigue esta semana por casi $185.
A su vez, solo a lo largo de julio el tipo de cambio paralelo trepó 11 por ciento.
En tanto, el retorno mensual que recibe el ahorrista por colocar los pesos en el plazo fijo fue de alrededor del 3 por ciento.
Ante ese escenario, los economistas estimaron que durante las últimas semanas creció la demanda en el segmento informal en parte por los trabajadores que cobraron el medio aguinaldo y quisieron volcarse a un método de ahorro que no represente pérdida de poder adquisitivo.
Dado el poco atractivo de los plazos fijos tradicionales, hubo una mayor cantidad de personas que optaron por los ajustados por UVA, una herramienta que mes a mes gana mayor participación.
Los bancos ofrecen un interés equivalente a la inflación más 1% por esas colocaciones, pero a cambio el ahorrista debe dejar el depósito al menos 90 días.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que, dependiendo del monto, los plazos fijos que ajustan por UVA tributan el impuesto a la renta financiera.
Pese a las tasas reales negativas de los plazos fijos tradicionales y la suba del blue, en el Banco Central por el momento no analizan la posibilidad de elevar la tasa de interés.
En tanto, las consultoras pronostican que habrá mayor presión en el mercado cambiario ilegal ante la proximidad de las elecciones y la profundización del cepo cambiario.
«Es que una demanda sin mayor oferta genera un aumento de precios. Eso es una consecuencia natural de apretar algunos mercados, que terminan reaccionando», el economista jefe de la Fundación FIEL, Juan Luis Bour.
Con la suba del blue, también crece la diferencia con el denominado dólar solidario, que este jueves terminó en $167,77, por lo que la brecha entre ambas cotizaciones ascendió a 8,1 por ciento.
Si continúa en alza el precio del blue, se volverá nuevamente atractiva la maniobra del «rulo», que consiste en adquirir dólares de manera oficial para venderlos en el sector informal y obtener una ganancia en la diferencia de precios.
No obstante, como permanece el cupo mensual de US$ 200 para los ahorristas, el margen es inferior al que se podía obtener en un período en el que no estaba en vigencia el cepo «hard».
Si una persona compra el denominado dólar solidario y lo vende en una «cueva» por $181,5, que es el precio promedio para la compra, va a obtener poco más de $2.700 por esa operación.
«Con 15 tipos de cambio, con 15 valores para una mercancía una economía no puede funcionar, lo que refleja es que no hay oferta y si hay demanda», consideró el ex presidente del Banco Central Martín Redrado.