Develop Consulting y Consenso Salud llevaron a cabo una encuesta sobre Salud Digital en Argentina y América Latina, que reunió las perspectivas de más de 200 profesionales del sector. Se desarrolló con el objetivo de generar evidencia práctica y accionable sobre el estado de adopción, uso y percepción de las herramientas digitales en salud.
Más allá de los hallazgos puntuales, la utilidad de este relevamiento reside en orientar a líderes y equipos hacia una agenda digital más coherente, adaptada a la diversidad de roles dentro del sistema de salud y alineada con las tendencias internacionales.
La encuesta refleja un universo diverso de instituciones y roles, con predominio de hospitales, clínicas y obras sociales, acompañado por empresas tecnológicas y laboratorios. Los participantes son mayormente directivos y líderes con trayectoria consolidada, lo que otorga al análisis una mirada estratégica y de gestión sobre la digitalización en salud.
Los encuestados demostraron un alto nivel de familiaridad con diversas herramientas de salud digital. La Historia Clínica Electrónica fue la más conocida, mencionada por el 87% de los participantes, seguida de la Telemedicina (81,5%) y la Inteligencia Artificial (80,6%). También se destacó el conocimiento sobre plataformas institucionales (75,9%) y aplicaciones móviles (60,2%). Sin embargo, herramientas más técnicas como la automatización de procesos (45,4%), la interoperabilidad (42,6%) y el Big Data (40,7%) fueron reconocidas por un menor porcentaje, indicando posibles áreas donde aún hay margen para incrementar el conocimiento y uso. Las herramientas más conocidas son aquellas ya consolidadas en el sistema de salud, mientras que el conocimiento decae en tecnologías más complejas o de implementación más reciente.
La adopción de inteligencia artificial, la educación en salud digital, la ciberseguridad y la telemedicina también se consideran relevantes, aunque en menor medida.
Aunque el primer nivel de digitalización está bien posicionado, el salto hacia una salud digital más conectada, automatizada y basada en datos requiere fortalecer la formación en tecnologías estructurantes, muchas veces invisibles para los usuarios finales pero clave para la eficiencia, seguridad y escalabilidad.
Los resultados revelan un alto nivel de conciencia y aceptación hacia las
herramientas digitales en salud. Una gran mayoría está al tanto de los avances en salud digital y cree que existen soluciones tecnológicas que podrían mejorar su práctica. Asimismo, consideran útiles estas herramientas para su trabajo, aunque el uso diario de las mismas todavía no es tan extendido, lo que señala una brecha entre la percepción de utilidad y la implementación real en el ámbito laboral. Estos resultados reflejan predisposición hacia la implementación de la salud digital.
Conocimiento y uso general
La automatización de procesos fue señalada como la principal prioridad para los próximos años, con un 51,9% de las respuestas, seguida muy de cerca por las soluciones para pacientes y la necesidad de regulación y legislación (ambas con 47,2%). La interoperabilidad (41,7%) y la conectividad (40,7%) también se destacaron como áreas críticas. Esto indica una clara demanda por sistemas más eficientes, integrados y legalmente respaldados.
La adopción de inteligencia artificial, la educación en salud digital, la ciberseguridad y la telemedicina también se consideran relevantes, aunque en menor medida.
Para avanzar en salud digital en la región, no basta con incorporar herramientas individuales. Es fundamental incentivar la transformación sistémica incluyendo la automatización, normas claras, integración técnica y conectividad robusta como pilares fundacionales antes de adoptar tecnologías más avanzadas como la IA o el Big Data.
Infraestructura digital
Respecto a la infraestructura tecnológica (hardware, conectividad y soporte técnico), los datos revelan deficiencias importantes. Este es uno de los puntos más críticos, donde los encuestados de hospitales públicos presentan la mayor percepción de insuficiencia, con un 44% en niveles 1 y 2. En cambio, empresas tecnológicas y laboratorios presentan mejores condiciones, con mejores porcentajes en los niveles 4 y 5. En general, los niveles de suficiencia tecnológica son bajos en todos los tipos de instituciones.
La media general ubica a un tercio en nivel 3, lo que sugiere un nivel de infraestructura apenas suficiente. La infraestructura deficiente constituye una barrera crítica para la adopción de soluciones digitales. Sin una base tecnológica robusta y confiable, cualquier iniciativa de transformación digital se ve comprometida. Por ello, los planes estratégicos institucionales deben priorizar la inversión en equipamiento, conectividad y soporte técnico como punto de partida. Fortalecer esta base permitirá avanzar hacia la implementación de herramientas digitales más complejas.
En cuanto a la utilización concreta de herramientas, la Historia Clínica Electrónica lidera con un 72,9% de uso, seguida por los sistemas de gestión administrativa (67,1%). Las aplicaciones móviles (48,2%) y la telemedicina (41,2%) también presentan una presencia significativa.
Herramientas más complejas como Inteligencia Artificial, interoperabilidad, automatización de procesos y Big Data tienen un menor nivel de adopción. Esto sugiere que las instituciones priorizan herramientas de gestión y atención más convencionales antes de adoptar tecnologías más avanzadas y de segunda generación.
Aunque el 58,5 % de las organizaciones afirma contar con algún tipo de presupuesto destinado a salud digital, solo el 15,4 % dispone de una asignación claramente definida y activa. Un 43,1 % declara tener presupuesto, aunque sin un monto específico, lo que sugiere una intención en vías de consolidación. Sin embargo, el 38,5 % de los encuestados reporta no contar con ningún presupuesto asignado, lo que constituye una limitación crítica para avanzar en procesos de digitalización. Para escalar el impacto de la digitalización, las instituciones necesitan avanzar hacia modelos de inversión planificados, con presupuestos específicos alineados a estrategias digitales concretas.
Un 62,5% de los profesionales asistenciales utiliza herramientas digitales a diario, mientras que un 25% lo hace varias veces por semana. Esto indica una alta integración en la rutina de trabajo. Sin embargo, el hecho de que aún un 6,25% nunca las utilice demuestra que aún existen desafíos en la universalización del uso, posiblemente vinculados a brechas formativas o resistencias al cambio.
La importancia de la capacitación
El 70,7% de los encuestados señala la capacitación continua como el principal facilitador, seguido de la inversión en infraestructura (64,1%) y políticas públicas claras (43,5%).
Estos resultados muestran que existe una fuerte demanda por apoyo estructurado, tanto interno como externo, para lograr la transformación digital. La capacitación supera incluso a la inversión como motor del cambio. Las instituciones pueden obtener avances significativos en digitalización incluso sin grandes presupuestos si priorizan el desarrollo de capacidades humanas y aprovechan normativas claras.
Uso de la IA
El 81,6% de los encuestados utiliza IA generativa, siendo frecuente en el 37% de los casos. Esto muestra una penetración notablemente alta para una tecnología emergente, lo que sugiere que los profesionales del sector salud están adoptando activamente estas herramientas en sus flujos de trabajo.
La adopción de IA generativa ha superado barreras iniciales y se está integrando a ritmo acelerado. Las instituciones deben regularizar, formar y guiar el uso de estas herramientas para asegurar una aplicación efectiva.
ChatGPT domina el panorama con un 69,3% de uso, muy por encima de otras herramientas como Copilot (13,3%) o Gemini (9,3%). Esto refleja una clara consolidación de una herramienta en particular dentro del ecosistema. Los desarrolladores y responsables institucionales pueden focalizar sus esfuerzos de integración, capacitación y seguridad en las plataformas más utilizadas.
Conclusiones
Entre las conclusiones del estudio se destacó que la digitalización del sector salud en la región está en una etapa activa pero desigual. Se observa un proceso en expansión, pero pocas organizaciones cuentan con una implementación extendida de herramientas digitales. La gran mayoría se encuentra en etapas parciales o en proceso de incorporación. Esta transición gradual revela un ecosistema en evolución, donde predominan tanto los avances continuos, como la aparición de desafíos de infraestructura, planificación y capacitación.
La falta de infraestructura tecnológica adecuada es una de las principales
barreras: la mayoría de las instituciones apenas alcanza un nivel medio de suficiencia, y hospitales públicos se destacan negativamente.
Sumado a esto, el costo de implementación y la falta de capacitación lideran entre los obstáculos identificados, junto a la conectividad deficiente y la baja interoperabilidad.
La IA generativa irrumpe con fuerza, con una adopción que alcanza a más del 80% de los encuestados. ChatGPT de OpenAI domina claramente el panorama. Esto demuestra que el uso de IA ya está integrado en los flujos de trabajo cotidianos, pero sin un marco claro.
Las instituciones deben actuar rápidamente para regular, formar y guiar este uso creciente, garantizando su integración ética, segura y eficaz en el entorno sanitario.