Tras dos meses con clases virtuales debido al impacto de la segunda ola de contagios de coronavirus, más de 3 millones de alumnos del Conurbano bonaerense vuelven hoy a las aulas para retomar la educación presencial.
El regreso había sido anunciado el pasado viernes por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y se concreta hoy, ya que entre lunes y martes las autoridades de cada institución educativa habían tenido que volver a organizar el esquema de burbujas y horarios, así como también se debieron realizar modificaciones edilicias.
Las clases presenciales se habían suspendido a comienzos de abril ante el aumento de casos positivos de Covid-19, por lo que los niños y adolescentes debieron volver a tener contacto virtual con las docentes y sus compañeros.
La vuelta a las escuelas beneficia a unos 3,2 millones de alumnos en el Conurbano, aunque todavía continuarán con educación a distancia otros 500 mil estudiantes de los distritos del Interior provincial que se encuentran en una complicada situación epidemiológica y sanitaria.
En tanto, la semana que viene unos 250 mil chicos de Carmen de Areco, Guaminí, Salto y Tres Arroyos retomarán también su educación en formato presencial.
El retorno se producía en forma gradual, al igual que había sido el comienzo del ciclo lectivo en marzo: agrupados en burbujas para respetar el distanciamiento en el aula.
La normativa bonaerense, que sigue los lineamientos establecidos por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Alberto Fernández, establece el denominado «semáforo epidemiológico», que divide a los distritos de acuerdo a su situación: las categorías son bajo riesgo, riesgo medio, alto riesgo y alarma epidemiológica.
La presencialidad escolar está prohibida únicamente en los municipios que se encuentran en «alarma epidemiológica».
Ante el regreso a las aulas en los niveles Inicial, Primario y Secundario, el Gobierno bonaerense remarcó que se debe apuntar al «estricto cumplimiento de las medidas de cuidado».
En ese sentido, la Dirección General de Cultura y Educación, a cargo de Agustina Vila, hizo hincapié en la incorporación de medidores de dióxido de carbono en escuelas estatales, que servirán para poder regular la apertura de puertas y ventanas necesaria para una adecuada ventilación que mitigue el riesgo de contagio y la mayor comodidad térmica posible ante las bajas temperaturas.
Además de realizar testeos muestrales a docentes y auxiliares en las escuelas para la detección de casos asintomáticos, el Gobierno provincial indicó que se enviaron en los últimos días «turnos a la totalidad de docentes y auxiliares inscriptos que aún no tenían su primera dosis» contra el coronavirus.
«La vuelta a la presencialidad es un logro de todos los y las bonaerenses que debemos cuidar cada día, continuando con el cumplimiento de las medidas que son efectivas para minimizar el contagio», concluyó la DGCyE.