El economista Luis Palma Cané cuestionó duramente hoy los controles de precios y sostuvo que el Gobierno «se alucina y ve cosas que no son reales» en su intento por bajar la inflación.
«Tuvimos en marzo una inflación del 4,8%. Es un índice brutal. Pero el Gobierno se alucina y ve cosas que no son reales: dice que la inflación no es un problema monetario y por ende, no hay problema para emitir. Entonces, para el Poder Ejecutivo, la solución es controlar los precios», enfatizó.
Según Palma Cané, la inflación «es simple consecuencia de un error de diagnóstico. Cada vez hay más controles, que lo único que van a hacer es exacerbar la disparada de los precios. Es decir, la inflación va a seguir aumentando».
«No entienden que la inflación es definitivamente un tema monetario, no se discute más. Es algo que dejó de ser un problema por ejemplo para los países de la OCDE, que en 2020 tuvieron un promedio de 1,8% anual», evaluó el economista, en declaraciones al programa «Alguien tiene que decirlo», que se emite por Radio Rivadavia.
A su criterio, «otro diagnóstico errado es que algún iluminado dijo que no podemos controlar la inflación sino es solamente por precios, porque el fenómeno se debe al aumento de las materias primas alimenticias, como la soja, principalmente».
«Pero China también sufrió el aumento del precio de las materias primas, y tiene una inflación del 1,2% anual», añadió.
Palma Cané consideró además que en un Gobierno «son bienvenidas las distintas opiniones de un problema, siempre y cuando haya alguien tome la decisión correcta. Y eso no está pasando en la Argentina».
También, advirtió: «los acuerdos de precios con distintos sectores es una fantasía. Con casi un 5% de inflación mensual, se llega al 75% anual. Somos uno de los cinco países del mundo con más inflación».
El economista criticó la reciente creación del Sistema Informativo para la Implementación de Políticas de Reactivación Económica (SIPRE) para controlar a grandes empresas. «es fascismo puro. Si yo fuera una empresa, me negaría a dar información», disparó.
Y agregó: «es fácil entrar en el control de precios, pero el asunto es cómo salir».
En este marco, alertó: «esto no termina bien. Vamos a una crisis micro y macroeconómica que vendrá por la escasez de productos, una presión del sector cambiario insostenible o por el descontento social».
«El grave problema sería una crisis social. Con un 42% de pobreza, la gente puede explotar. Estamos frente a un escenario extremadamente complicado», concluyó Palma Cané.