La manzana deliciosa volvió a ser en abril la fruta con el mayor aumento de precio en los últimos doce meses en el mercado mayorista, con una suba del 107%, desplazando a la naranja que lo había sido hasta marzo.
El mercado de productos frescos está caracterizado por una altísima volatilidad, que en el caso del tomate llegó a registrar oscilaciones del orden del 800% a lo largo del año pasado.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) destacó la «gran volatilidad vinculada a estacionalidades de los productos, en conjunto con dificultades puntuales en la producción y/o cosecha que pueden demorar la entrada en gran volumen en el mercado y, por lo tanto, restringe la oferta afectando el nivel de precios».
Al respecto, señaló que «el caso del tomate durante 2020 es paradigmático», en referencia a las bruscas oscilaciones de su precio, cuya síntesis deja en claro las dificultades para fijar una cotización promedio de la hortaliza a lo largo del año pasado.
«Comenzó el año en torno a los $20 por kilo, lo cual se fue incrementando con el paso de las semanas hasta tocar un máximo de $70 por kilo durante la primera semana de junio», señaló la entidad.
CEPA continuó con la descripción del fenómeno: «luego volvió a valores de $20 por kilo, manteniéndose estable durante algunas semanas, para luego comenzar nuevamente un proceso de aceleración, pasando por los $60 pesos por kilo durante septiembre, para llegar a un máximo de $108 durante octubre».
«En el mes de noviembre el precio mayorista del tomate redondo se desplomó llegando a fines de ese mes a un promedio de $34 por kilo en el mercado mayorista. Durante el mes de diciembre profundizó su baja llegando a los $12 por kilo en el mercado mayorista durante la última semana del año», completó.
Si bien podría tratarse de un caso específico, advirtió que «esta dinámica es ilustrativa de parte del mercado de frutas y hortalizas, ya que sufren diversos movimientos de precios vinculados a la estacionalidad de la cosecha y las condiciones climáticas, entre otros eventos circunstanciales posibles».
Eso pudo comprobarse en abril, cuando con una inflación general del 4,1%, en el mercado de frutas y hortalizas «la principal variación positiva es la de la lechuga (93%)», seguida a considerable distancia de la papa (6%) y la naranja (5%).
En el sentido inverso, se destacaron las caídas del tomate redondo (-27%), el limón (-25%), la batata (-21%), y la cebolla y la mandarina (con caídas del 18 y 11% respectivamente).
La evolución interanual muestra a otros protagonistas mezclados con algunos ya señalados: los principales incrementos entre abril de 2020 y el mismo mes del año en curso se dieron en la manzana (107%), la cebolla (106%) la lechuga (103%), la naranja (85%), el zapallo (71%) y la papa (68%).
CEPA remarcó que «en el caso de la banana, la pera y el limón los incrementos fueron sustancialmente menores (4%, 35% y 39% respectivamente), quedando por debajo de la inflación del período (42,7%).
Por otra parte, a pesar de las oscilaciones señaladas, «cabe resaltar el precio del tomate redondo que se mantiene sin modificación interanual», además de destacar «la baja interanual del precio promedio de la zanahoria», que hoy cuesta un 55% menos que doce meses atrás.