El ministro de Economía, Martín Guzmán, lanzó duras críticas a la gestión del ex presidente Mauricio Macri en materia de endeudamiento y política industrial, al tiempo que aseguró que la actual recuperación «no es un rebote» luego de tres años de recesión, sino el resultado de «políticas públicas» definidas «antes y durante la pandemia».
Guzmán remarcó la importancia de alentar el crédito en pesos para «romper con el bimonetarismo» y si bien señaló que la inflación está descendiendo mes a mes, admitió que su erradicación definitiva «va a llevar tiempo», además de rechazar que se trate de un fenómeno exclusivamente monetario.
«La Argentina está experimentando un proceso de recuperación económica. No es una recuperación que beneficie de forma homogénea a toda la población», reconoció, en referencia a que «no beneficia al sector de servicios».
En respuesta a las observaciones de algunos economistas, el ministro aseguró que «la recuperación que está experimentando la Argentina no es un rebote» sino «el resultado en buena medida de las políticas públicas que definimos antes y durante la pandemia».
En una exposición ofrecida el jueves en la Universidad de San Juan y con un perfil a tono con la campaña electoral, Guzmán destacó que para el Frente de Todos «el Estado debe jugar un rol muy importante a la hora de contribuir desde la política pública al desarrollo económico».
En ese marco, advirtió al auditorio que «lo que pasó entre 2015 y 2019, debemos hacer todo lo posible para que nunca más pueda ocurrir, porque daña muchísimo al presente y al futuro de nuestra gente».
«El Gobierno de Juntos por el Cambio aumentó el endeudamiento en moneda extranjera en 100.000 millones de dólares, eso es dato», planteó en su exposición, para agregar que el préstamo de US$ 57.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, es «uno de los problemas más tóxicos que nos dejaron».
En ese sentido, aseguró que un gobierno del Frente de Todos «jamás hubiese acudido al FMI» en una circunstancia similar, al tiempo que cuestionó la decisión de la administración anterior, porque «tomar deuda insostenible y usarla para pagar deuda insostenible y financiar la salida de capitales fue una elección».
Para Guzmán, si el gobierno de Macri hubiera puesto «los intereses del pueblo argentino delante de sus intereses electorales, primero debían reestructurar la deuda y poner un sistema de regulaciones de la cuenta capital que impida que se vayan los dólares que la economía necesitaba».
En un contexto de dificultades de acceso al mercado de capitales y a pesar de las quejas de empresarios por las restricciones, el jefe del Palacio de Hacienda resaltó que «es necesario que las exportaciones del país crezcan», a fin de poder «contar con las divisas para sostener el crecimiento económico».
Al respecto, volvió a criticar a la gestión de Macri porque «no aumentó la producción exportable al mundo y generó compromisos de deuda muy grandes que nos pusieron en una profunda escasez de lo que necesitamos para crecer».
Para incrementar las exportaciones, ponderó el trabajo conjunto con «los sectores transables de la economía, con la economía del conocimiento, la minería, el sector energético, la industria y la agroindustria para que haya un esquema de reglas de juego que facilite el crecimiento de la inversión».
Tras remarcar el rol del Estado para el Frente de Todos, sostuvo que la forma de consolidar la recuperación de la economía es «impulsando la demanda agregada», por lo que criticó las posturas a favor de una reducción del gasto público.
«Si el Estado se achica, genera una contracción una demanda agregada en un contexto donde el sector privado se viene contrayendo», advirtió.
En ese sentido, reiteró lo expresado en una reunión con empresarios al señalar que «no alcanza con redistribuir para resolver los problemas económicos y sociales».
En cuanto a la inflación, indicó que «tiene múltiples causas» y rechazó la visión de «la administración previa, que planteaba que era un problema puramente monetario y que la forma de resolverla era con una política monetaria contractiva».
Por el contrario, sostuvo que es «un problema netamente productivo» que también tiene «un componente de coordinación social que tiene que ver con cómo se toman las decisiones en un país que históricamente transitó por un esquema inflacionario».
«La tasa de inflación intermensual va a ir reduciéndose, y para afianzar una tendencia persistentemente decreciente es necesario resolver los múltiples problemas que causan la inflación. Es un proceso que va a llevar tiempo. La expectativa es que en julio sea más baja que en junio y la tasa de inflación intermensual siga reduciéndose», puntualizó.