En medio de una demanda de mayor seguridad ante crecientes hechos de violencia, el gobierno de Axel Kicillof anunció hoy el aumento de salarios y de las horas CORES para los efectivos bonaerenses y el personal del Servicio Penitenciario provincial.
Se trata de una suba del 11 por ciento prevista para los meses de octubre y noviembre, que se suma a los percibidos en marzo, julio y septiembre, con lo que se buscó saldar diferencias con los reclamos de las fuerzas de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, y evitar hechos como los ocurridos el año pasado durante la pandemia.
Con los incrementos ya otorgados a lo largo del año, el aumento promedio es del 46,5% en relación a diciembre de 2020.
El aumento salarial fue anunciado por el gobernador Axel Kicillof durante el acto de entrega de patrulleros en la ciudad de Olavarría junto al ministro de Seguridad, Sergio Berni.
Desde allí, el gobernador informó que la Provincia «otorgará un nuevo aumento a las fuerzas de seguridad, policías y personal del Servicio Penitenciario, en los meses de octubre y noviembre que se suma a los percibidos en marzo, julio y septiembre».
«Seguimos mejorando la calidad del salario, reforzando los sueldos básicos para recomponer la retribución según la jerarquía», resaltó Kicillof.
Dicha recomposición se da como «parte de la política de recomposición salarial y mejora en las condiciones de trabajo que hemos iniciado en 2020».
La Compensación por recargo de servicio, tanto para Policía a través de las horas (CORES) como para el personal del Servicio Penitenciario «se incrementará en noviembre hasta $ 180, lo que implica una suba de cuatro veces y media desde septiembre del año pasado», se comunicó oficialmente.
El anuncio de la mejora salarial de bolsillo para los hombres y mujeres de la bonaerense, se confirmó horas antes que se lleve a cabo una medida de fuerza convocada para mañana a través de una cuenta no oficial de Facebook, desde donde la Policía anunció una «retención de tareas» en demanda de aumentos.
Con este anuncio Kicillof impidió que el reclamo se convierta en una revuelta similar a la de septiembre del año pasado cuando la policía se acuarteló y salió a la calle en plena pandemia.
En esta oportunidad, a través de un comunicado se exigió la «inmediata incorporación de los 2.400 compañeros desafectados injustamente», y una mejora salarial igual que la Policía Federal en el escalafón más bajo.
Al respecto, indicaron que un efectivo de la Federal cobra $ 83.696 por mes, mientras que un oficial de La Bonaerense percibe $62.796, unos $20.900 menos, y pidieron un aumento del Gasto de uniformes, horas CO.RE.S y viáticos.