Entre 42 países, la Argentina es el lugar donde más aumentó el precio de las prendas de vestir y calzado, de acuerdo con una medición realizada entre septiembre de 2017 y el mismo mes de 2021.
La investigación fue elaborada por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) y estuvo a cargo del economista Nadin Argañaraz.
Para equilibrar las comparaciones, el estudio utilizó «precios relativos», que son el cociente entre valores de distintos bienes.
Así se permite definir cuántas unidades de otro bien son equivalentes a una de los que están en cuestión, en este caso la ropa y el calzado.
El documento analizó la evolución del precio relativo de las Prendas de Vestir y Calzado también en Turquía, Arabia Saudita, Irlanda, Países Bajos, Lituania, Estonia, Hungría, Grecia, Sudáfrica, Polonia, Israel, Eslovenia, Islandia, Dinamarca, Suecia, Francia, Chile, Luxemburgo, Colombia, República Checa, Portugal, Italia, México, Costa Rica, Rusia, Austria, Noruega, Canadá, Letonia, Estados Unidos, España, Japón, Finlandia, India, Alemania, Brasil, Corea, República Eslovaca, Reino Unido, Bélgica y Suiza.
Del total de 42 países, se concluyó que en la Argentina el precio relativo de las prendas de vestir y calzado creció 7,8% por encima de los niveles de inflación.
El informe consigna también que «cada vez hay que destinar una mayor porción del salario para adquirir la misma canasta de prendas de vestir y calzado».
Entre esos 42 países, sólo Argentina y Japón muestran una suba del precio relativo, y en los 40 restantes estos bienes se abarataron respecto del nivel general de precios.
Pero según el IARAF, la Argentina fue el único país donde esos precios relativos crecieron con fuerza, si se tiene en cuenta que en Japón sólo aumentaron 0,7%.
La mayor caída se registró en Turquía, con una baja del precio relativo de prendas de vestir y calzado del 24%, seguida por Chile, con 18,2%; Polonia, 17,5%; Noruega, 16,1%; e Israel, 15,6%.
El trabajo del IARAF dice que «teniendo en cuenta que en la Argentina en esos cuatro años el salario tuvo una evolución nominal inferior a la del nivel general de precios, puede afirmarse que perdió aún más poder adquisitivo en materia de prendas de vestir y calzado».
El estudio concluyó que «hubo un empobrecimiento de quienes tuvieron una evolución de ingresos inferior al nivel general de precios, en materia de prendas de vestir y calzado».