La escritora Angélica Gorodischer, una de las mujeres más importantes de la literatura argentina, falleció en las últimas horas en Rosario a los 93 años, según confirmó su familia.
En la ciencia ficción, Gorodischer es considerada una de las tres voces femeninas más importantes en Iberoamérica, junto con la española Elia Barceló y la cubana Daína Chaviano.
Angélica Beatriz del Rosario Arcal de Gorodischer nació en Buenos Aires el 28 de julio de 1928, pero a los 7 años se mudó junto a su familia al barrio Tiro Suizo, una emblemática zona de la ciudad santafesina de Rosario.
Según ella misma contó en una entrevista reciente, durante su infancia prefirió los libros a las muñecas y dijo que admiraba a escritoras como Virginia Woolf y Silvina y Victoria Ocampo.
Gorodischer publicó libros muy diversos, pero fue más reconocida por su obra de fantasía y ciencia ficción.
Entre sus novelas aparecen Kalpa Imperial (un ciclo cuya primera parte fue publicada en 1983, y cuyos dos volúmenes se publicaron conjuntamente en 1984), Opus dos; Floreros de alabastro, alfombras de bokhara; La noche del inocente; Fábula de la virgen y el bombero; Doquier; La cámara oscura; Tirabuzón; Las señoras de la calle Brenner; Palito de naranjo.
En 2003 se publicó la traducción al inglés de Kalpa Imperial, realizada por Ursula K. Le Guin, máxima figura femenina de la ciencia ficción anglosajona.
La historia del legendario imperio que le valió el reconocimiento de los lectores hispanos también le sumó admiradores entre los lectores y especialistas de habla inglesa.
Al recibir el Gran Premio a la Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes en 2018, contó que empezó a leer desde muy pequeña «láminas Billiken con peces del Río Paraná».
Reveló que no recordaba quién le enseñó a leer, pero dijo que a los 7 años, mientras leía «Las minas del Rey Salomón» se dio cuenta de que quería ser escritora.
«Sacaba un libro y leía. A veces no entendía, pero no me importaba nada; la cuestión casi de aventura era leer, descifrar lo que había en ese libro. La cuestión era adueñarse del mundo», indicó.
«La lectura es el aire que uno respira… Del entorno tomo poco, lo menos posible. Prefiero imaginarme todo», aseguró la escritora, a quien le interesaba la imaginación y no la realidad o lo que pasaba alrededor.
En 2011, con un diagnóstico de cáncer, publicó «Diario del tratamiento», en el que contaba cómo sobrellevaba la enfermedad.
Sus últimas novelas fueron «Las señoras de la calle Brenner» (2012) y «Palito de naranjo» (2014), mientras que en 2017 publicó la colección de relatos Coro cuentos, su última obra publicada.
En 2007 fue declarada ciudadana ilustre de Rosario, y en 2012 fue nombrada personalidad destacada de la cultura de Buenos Aires.
También obtuvo el Premio Mundial de Fantasía por su trayectoria en 2011, otorgado por la Convención Mundial de Fantasía que se celebra cada año en una ciudad estadounidense distinta.
En 2017 fue homenajeada en la Biblioteca Nacional durante la visita de la canadiense Margaret Atwood, al tiempo que en mayo de ese año fue distinguida con el título de doctora honoris causa por la Uncuyo (Universidad Nacional de Cuyo) y al recibir su diploma aseguró que «el libro es la puerta del universo».