La canasta de productos alimenticios que el Gobierno anunció para los almacenes y comercios de cercanía todavía sigue en lista de espera.
La propuesta había surgido hace cerca de un mes por iniciativa de los propios minoristas, pero hasta el momento la Secretaría de Comercio Interior no le encuentra la vuelta a su puesta en funcionamiento.
El eje central del conflicto está puesto en que los mayoristas, proveedores de los comerciantes, les venden los productos incluidos en el programa Precios Cuidados –hoy disponible en grandes superficies- al precio final que figura en las listas oficiales, lo que les impide obtener un margen de ganancia.
A raíz de esto, los minoristas reclamaron un mecanismo que les permitiera lograr ese beneficio, algo que por el momento no tuvo éxito.
«Lo que pedimos no es ninguna locura. Solo queremos formar parte de un programa que nos permitirá acercar una mayor cantidad de propuestas a nuestros clientes, pero que al mismo tiempo colaborará con la necesidad del Gobierno de combatir la inflación», sostuvo Fernando Savore, presidente de Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).
«Si vamos a tener una lista que diga a cuánto vamos a tener que vender, también deberemos tener una lista que paute a cuánto deberemos comprar», continuó.
La expectativa que los minoristas tienen hoy es la misma que tenían el año pasado, cuando también habían manifestado su intención de participar de Precios Cuidados, aunque fue la misma problemática de hoy la que no hizo esto posible.
La solución a la que se intenta acercar el Gobierno tiene que ver con convencer a las alimenticias y los mayoristas de «partir diferencias», tal como dijo un funcionario a NA.
«Si los fabricantes reducen sus márgenes y le venden más barato a los mayoristas, y lo mismo hacen estos con los minoristas, tendríamos el problema solucionado. Pero por ahora seguimos negociando», dijo la fuente consultada.
En este sentido, se espera que en los próximos días continúen las negociaciones, ya que la idea original de Comercio Interior, con Roberto Feletti a la cabeza, era que el programa arrancara junto con el mes de marzo, algo que ya no podrá ser.
Para sumar chances de llegar a un acuerdo, incluso, el Gobierno redujo la cantidad de productos que conformarían la canasta de almacenes y comercios de proximidad. De los cerca de 130 que se habían planteado en un principio, luego se pasó a 100 y ahora se habla de entre 75 y 80.
«Este número no puede complicar a nadie, ya que en promedio no serían más de cuatro o cinco productos por compañía», afirmaron desde el Gobierno.
Los minoristas accederían de este modo a precios especiales, para luego sí poder vender los productos al valor fijado en el listado oficial.
«Lo que estamos pidiendo es poder tener una rentabilidad de entre el 20% y el 25%, cuando hacemos frente a un costo operativo de 17%, una situación que empeora con aumentos de tarifas y paritarias», dijo Savore.
Incluso, la opción que en algún momento se llegó a poner sobre la mesa es que los minoristas le compren directamente a las compañías alimenticias y así evitar la intermediación de los mayoristas, aunque esta posibilidad no corrió con gran aceptación.
En este escenario, la gran incógnita que aparece es si esta canasta especial para comercios minoristas verá finalmente la luz, sobre todo teniendo en cuenta que ya desde el año pasado se intenta, sin éxito, se intenta llegar a buen puerto con las negociaciones entre Gobierno, alimenticias y mayoristas.
Las fuentes oficiales consultadas resaltan que la intención es «que esta canasta entre en vigencia lo antes posible», ya que se precisa dar muestras concretas de que se están luchando contra la inflación.
Del lado de los comercios minoristas la visión es otra. Hace ya varios meses que pelean por formar parte de este proyecto, aunque reconocen que, de lograrlo, no les cambiará la economía.
«Para nosotros esto es una ´curita´; no se trata de algo que nos vaya a hacer explotar las ventas, pero no queremos correr en desventaja ni con los grandes supermercados ni con los mayoristas, que también tienen la posibilidad de venderle al público en general y bajo el programa Precios Cuidados», se quejó Savore.
El éxito de la canasta de los minoristas –que según los planes iniciales tendrá alcance nacional- también se podría encontrar con la negativa a participar de algunos comercios, sobre todo del interior del país.
Esto tiene que ver con que algunas provincias ya tienen programas similares vigentes, y que, por cuestiones como la logística, resultaría imposible que los productos lleguen a sus góndolas a los mismos precios que se podrían ver en los comercios de Capital Federal o el Gran Buenos Aires.
Mientras tanto, el comportamiento de los alimentos sigue siendo uno de los factores más complejos para tratar por parte del Gobierno, ya que pareciera que sus precios no encuentran freno.
De acuerdo con un relevamiento elaborado por la consultora LCG, en la última semana de febrero se volvió a dar un movimiento ascendente considerable.
Así, el segmento Condimentos y otros productos alimenticios avanzó un 4,5%, en tanto que los valores de la carne avanzaron 2,3%, las frutas 2,2% y las verduras 1,7%.
La clave para entender la variación de precios en la cuarta semana de febrero está en cuatro rubros que crecieron fuerte, destacándose Condimentos y otros productos alimenticios (4,5%), Carnes (2,3%), Frutas (2,2%) y Verduras (1,7%), indicó un relevamiento de la consultora LCG.