Entidades que representan a distintos sectores agropecuarios expresaron hoy su rechazo a un posible aumento en las retenciones y acusaron al Gobierno de apropiarse del dinero de los productores para evitar avanzar en un ajuste.
«A esta altura, con tanta información pública disponible, afirmar que ¡el precio de los alimentos depende del precio de los productos agropecuarios es falso!», señaló la Sociedad Rural de Rosario en un comunicado de prensa bajo el título: «El campo dice BASTA! de jugar con el pueblo argentino!».
La entidad afirmó que «el gobierno solo tiene la necesidad de buscar un culpable, ante la falta de voluntad política de ajuste del gasto público y de frenar la inflación, presionando al agro con más posibles retenciones».
Para sostener su posición la SRR explicó que «la incidencia del costo del precio del trigo en el pan es solo del 12%, mientras que el resto del precio lo componen los eslabones de la cadena comercial y el estado a través de impuestos nacionales, provinciales y municipales, que se queda con el 22%».
«Otro componente importante –continuó- en el precio de los alimentos es la logística que tiene dentro de sus costos un 40% de impuestos (nacionales, provinciales y municipales). Seamos responsables, para contener el aumento en el precio de los alimentos, hay que disminuir la presión impositiva».
En esa línea sostuvo que «el gobierno argentino aplica retenciones al agro desde el 2002, generando más pobreza, desempleo, estancamiento y desconfianza crónica».
Al mismo tiempo aclaró que «si bien los precios internacionales se han incrementado notablemente, los costos para el productor van a la par, pero el desdoblamiento cambiario, quita valor a la producción. Además la actividad agropecuaria es a cielo abierto, siempre afectada por los designios climáticos, tan graves como la sequía actual y extremas como las quemas».
Por su parte, la Sociedad Rural de Río Cuarto indicó que «en momentos en que el precio de las commodities se sostiene en niveles muy elevados, la estrategia del Gobierno no es intentar aprovecharlos sino todo lo contrario: bloquear la posibilidad de vender al exterior».
«Claramente el Gobierno busca con esto echar mano a más recursos. No hay otra intención que aumentar la recaudación en un contexto en el que el déficit fiscal debe reducirse por el compromiso pautado en el acuerdo con el FMI», recalcó la entidad.
A su vez, acusó a la política de evitar «recortar sus gastos para llegar a esa meta y por el contrario intenta alcanzarla aumentando presión tributaria sobre los sectores productivos».
En la misma línea se pronunció la Asociación de la Cadena de Soja Argentina, la que manifestó «inmensa preocupación y desacuerdo, dado que estas medidas como bien se sabe van en contra del aumento de producción y colaboran con la retracción de inversiones».
«Este tipo de recetas ya se han aplicado y no han funcionado, sino todo lo contrario», dijo ACSA, que además advirtió que «la meta es alcanzar 70 millones de toneladas pero estas decisiones atentan directamente contra estas posibilidades».