Con el acuerdo del FMI aprobado, el presidente Alberto Fernández tiene por delante un desafío doble: relanzar su gestión y reflotar la relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner y su entorno.
Ahora que el capítulo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue cerrado anoche en el Senado, el jefe de Estado espera poder dar vuelta la página y avanzar con las medidas que planea para intentar bajar la inflación.
Esa «guerra» contra la suba de precios que él mismo anunció el martes y que lanzará este viernes, tiene un objetivo más allá de ir contra la inflación y lo primero que tiene que superar es el escollo interno de la resistencia que pone el sector más cercano a la presidenta del Senado.
Si Fernández quiere que las medidas tengan un mínimo de acompañamiento y que no nazcan debilitadas, deberá encontrar la forma de cosechar el respaldo del Frente de Todos completo.
No será una tarea fácil, ya que las vías de comunicación con la vicepresidenta están cortadas e, incluso, esa situación quedó expuesta el jueves cuando en su conferencia semanal la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, blanqueó que Cristina Kirchner le clavó el visto al Presidente.
Las heridas en el oficialismo por la discusión del acuerdo con el FMI son profundas y no cerrarán de un día para el otro, pero la situación económica apremia y de no mediar comunión interna las medidas que anunciará Fernández no tendrán el impulso deseado.
Este viernes por la tarde, el jefe de Estado volverá a la centralidad política con el nuevo plan anti inflacionario que implementará para tratar de morigerar la suba de precios sin control que aqueja al país.
Lo hará en la Casa Rosada, pese a que, en principio, se había planeado un anuncio en Tucumán para darle aires federales y la decisión de mover el acto a Balcarce 50 tuvo que ver con otorgarle mayor institucionalidad al plan.
La idea también es relanzar -una vez más- la gestión, cuando le queda poco más de un año y nueve meses de mandato.
«Vamos a terminar con los especuladores y poner las cosas en orden, en una Argentina que ha sufrido tanto por esos cuatro años», adelantó el jefe de Estado durante un acto que encabezó en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas esta semana, al anticipar su «guerra» contra la inflación que comienza este viernes.