El fiscal federal Federico Delgado informó que desde hace cinco años la Justicia de Brasil omite enviar a la Argentina información relativa a la Causa Odebrecht, por lo que hay «un horizonte brumoso para conocer si en el país vecino existe alguna prueba capaz de impactar favorablemente en esta causa».
«Desde fines de 2017 hasta la hora presente, la fiscalía ha chocado con un muro para conseguir información», lamentó el funcionario judicial.
Delgado respondió así a un pedido del juez Sebastián Casanello, quien manifestó su «preocupación por el resultado de las diligencias vinculadas al proceso conocido como ´Lavajato´ de la República Federativa del Brasil».
«Desde que se inició el expediente, la fiscalía se concentró en tratar de conocer qué elementos de prueba tenía Brasil vinculados con el caso argentino», explicó Delgado.
«Hicimos todo lo que pudimos. Desde diciembre de 2017 hemos realizado 23 diligencias. Todas con resultados infructuosos.
Siempre pedimos lo obvio: saber que había en Brasil. Pero ahora las cosas parecen estar más complicadas actualmente», añadió.
Delgado le informó a Casanello que la brasileña Novonor S.A, sucesora de Odebrecht, «se quejó ante las autoridades brasileras, y señaló que en Argentina se estaban incumpliendo los compromisos de no incriminación asumidos como condición para el cumplimiento de las solicitudes pasivas de cooperación».
Según la legislación brasileña para los «arrepentidos», la colaboración internacional puede prestarse en un contexto de protección contra la incriminación, pero esa normativa no se compatibiliza en su totalidad con la que rige en la Argentina.
Ante ese escenario –añadió Delgado- «solicitaron a las autoridades de ese país que se suspenda la colaboración internacional».
«El hecho concreto es que hay un horizonte brumoso para conocer si en el país vecino existe alguna prueba capaz de impactar favorablemente en esta causa», insistió.
El futuro de la Causa Odebrecht en la Argentina pareció ingresar así en un cono de dudas, ya que –según el fiscal- «hasta ahora la fiscalía no tuvo conocimiento de ningún elemento concreto susceptible de ser considerado pertinente y útil» para la investigación local.
«No hemos logrado tener una conversación oficial franca con algún funcionario del Ministerio Público de Brasil que nos pueda narrar concretamente el estado de las cosas en aquel país», concluyó.