El fallo por un bebé que quedó con una discapacidad irreversible a raíz de una mala praxis médica tardó casi 13 años y se hizo con un polémico resarcimiento económico, que lo dispusieron hasta que el demandante cumpla 18 años y que incluye un 8 por ciento de interés anual de actualización, cuando la inflación anual superó el 50 por ciento.
Se trata de Rocco Grime Kahan, quien fue diagnosticado con un «retraso mental grave, irreversible afasia mixta severa y dependencia de terceros permanente» y se inició una demanda contra Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
La Cámara Civil en cuestión es la Sala M, integrada por los jueces María Isabel Benavente, Guillermo González Zurro y Gabriela Iturbide, quien estuvo todo el proceso pero a la hora de firmar no se hizo presente y la reemplazó el secretario interino Adrián Pablo Ricordi.
Ante este fallo polémico, la familia del ahora adolescente analiza llevar el caso al fuero internacional.
«Estamos analizando profundamente, con los mejores abogados, el hecho de recurrir a instancias de organismos de Derechos Humanos a nivel internacional por la vulneración de los derechos incurridos en este eterno juicio», reveló Deborah Kahan, la madre de Rocco, en declaraciones a NA.
En 2009, cuando era solo un bebé 13 meses fue llevado por su mamá a un control de rutina en el Sanatorio Anchorena, del barrio porteño de Recoleta.
La madre, de 42 años, denunció que tras un descuido de la profesional le cambió para siempre la vida tanto al pequeño como a sus parientes.
El bebé sufrió un fuerte golpe en la cabeza contra un aparato llamado negatoscopio que estaba situado justo arriba de la camilla dónde, por protocolos médicos, los padres deben estar presentes ante prácticas menores -como en éste caso, una simple extracción de sangre- pero no pueden intervenir ni participar de las mismas.
Según relató Kahan a Noticias Argentinas, la enfermera fue quien bajo supervisión de la médica de guardia y su madre presente realizó éste trágico y tremendo procedimiento, convirtiéndolo en la peor de las pesadillas para Rocco -hoy de 13 años y 1,70 metros de altura- y su familia, que además está compuesta por el papá Esteban Grime, de 62 años, y los hermanos Tobías Grime Kahan (17), Dante Grime Kahan (15) y Eric Grime Kahan (6).
La madre sostiene que ese golpe ocasionó que el pequeño tuviera que ser trasladado a terapia intensiva de manera inmediata, sin salir del nosocomio «con pronóstico reservado».
Detalló que se le practicaron tomografías computadas en las que se observó que sufrió una contusión cerebral (hematoma producto de un trauma con lesión cerebral, exactamente del golpe que la enfermera le dió en su cabeza).
«Eso le dejó secuelas severas, irreversibles y permanentes y una lesión cerebral de las más graves que existen», explicó Kahan, quien agregó que el adolescente «toma medicación psiquiátrica para la concentración y descanso y tampoco se la cubren».
El fallo de primera instancia se produjo en 2019, pero como UPCN apeló fue a la Cámara Civil, que recién en 2022 dispuso ratificarlo, pero con varias cuestiones polémicas.
«Primero, dispuso que la actualización del resarcimiento del capital sea con un interés del 8 por ciento anual, cuando la inflación superó el 50 por ciento, por lo que la suma se licuó en más del 80 por ciento», detalló Kahan.
La mujer sostuvo: «El fallo de primera instancia, a cargo de Luis Sáenz, tardó 10 años pero contemplaba gran parte de lo que pedíamos. Sin embargo, la Cámara dispuso otra cosa y benefició a UPCN y su secretario general Andrés Rodríguez, quien siempre demostró absoluto desprecio por la situación y por el nene, además de dilatar todo lo que puso su respuesta. Y aclaro que esto no es codicia ni ambición, porque no hay plata que nos devuelva a Rocco sano».
Otro de los puntos polémicos en la resolución judicial fue «la falta de coherencia al no tomar un resarcimiento familiar completo, porque excluyen a sus hermanos como damnificados, porque ellos a futuro se van a tener que hacer cargo de Rocco y no van a tener una vida natural y normal».
«Rocco nunca va a poder autovalerse, trabajar, estudiar.
Además, está la pérdida de oportunidades de los progenitores por la salud de él. También las limitaciones de mis hijos el día de mañana», planteó la mujer.
Asimismo, el resarcimiento para el ahora adolescente es hasta los 18 años -la expectativa de vida es hasta los 85-, por lo que Kahan remarcó que «la Justicia dio a entender que después de esa edad Rocco va a volver a ser normal y a valerse por su cuenta y no es así».
«Y encima con el tema de pañales que mi hijo necesita fijaron el mismo valor de cuando iniciamos este tema que fue en 2013. En ese entonces valían 13 mil pesos y ahora cuestan 110 mil pesos.
Diganme cómo hacemos para pagar esa diferencia. Para la Cámara eso no importó. Le quitaron el derecho de pedir por ese ítem en la demanda. Enajenaron a Rocco y beneficiaron a la caja de UPCN», explicó indignada Deborah.
Asimismo, Kahan añadió: «Además, a la familia no la eximieron de abonar las onerosas cuotas mensuales de Accord Salud, prepaga de UPCN, para la cobertura de las prestaciones por discapacidad que Rocco necesitó, necesita y necesitará».
«Si esto no es falta de responsabilidad e interés por el afiliado, complicidad judicial y abandono de persona que por culpa de la demandada quedó sin salud, ¿qué es? ¿Dónde está la real empatía y coherencia? Si yo no puedo pagar y abultar la caja del gremio Rocco pierde sus coberturas. ¡Es el país del revés!», denunció la mujer.
Por último, remarcó: «Cuando la Justicia tarda tanto, no es Justicia. Encima un fallo no está más de seis meses en la Cámara Civil y acá estuvo casi tres años. No queremos más Roccos ni más Justicia de este tipo».