La presentación de un proyecto de ley de biocombustibles por parte del oficialismo puso en «estado de alerta» a las cámaras empresarias de esa industria, según señalaron en un comunicado.
«Su eventual sanción pone en riesgo de desaparición a muchas empresas que invirtieron cientos de millones de dólares y que aportan empleo y beneficios ambientales, sociales y económicos en todo el país», consideraron.
El texto fue firmado por al Cámara Argentina de Biocombustibles, la Cámara de Bioetanol de Maíz, la Asociación Maíz y Sorgo Argentino, la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y la Bolsa de Cereales de Córdoba, entre otras entidades.
La presentación de la iniciativa busca poner fin a la controversia generada con la oposición por el hecho de que el oficialismo resistía la media sanción votada en el Senado por unanimidad para prorrogar la ley 26.093, cuyo régimen especial estaba próximo a vencer.
El nuevo marco regulatorio que propone el oficialismo comprende todas las actividades de «elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla de biocombustibles», y entraría en vigor a partir del 12 de mayo, el mismo día en que vence la actual ley 26.093.
«La industria espera que haya una prórroga de la ley actual, tal cual fue aprobada por unanimidad en el Senado de la Nación, y que durante el transcurso de la misma se pueda tener oportunidad de debatir seriamente el futuro de los biocombustibles», afirmaron los empresarios.
«Lamentablemente, los autores del proyecto sólo consultaron a unas pocas entidades y/o empresas productoras de biocombustibles para realizarlo», criticaron.
De ese modo, puntualizaron: «El proyecto presentado va a contramano con las tendencias ambientales mundiales, reduciendo drásticamente el uso de biocombustibles y cerrando toda posibilidad de crecimiento de la actividad».
Además, apuntó: «El sector de los biocombustibles considera que con el proyecto presentado se desperdicia todo el valor agregado, las inversiones realizadas y la productividad que ofrece el campo y la agroindustria, privilegiando el desarrollo de la actividad de refinación de petróleo, además de retroceder en materia de mejoras medioambientales que van a favor de la salud de la población».
«Los biocombustibles permiten una reducción de 70% en la emisión de gases de efecto invernadero con respecto a los combustibles fósiles y son la herramienta privilegiada para disminuir el fuerte impacto ambiental y sanitario de los combustibles fósiles», argumentaron.